Un año más y por segunda vez la fiesta del cine nos reclama nuestra presencia en las salas de cine para disfrutar a un precio razonable de este gran espectáculo. Viene a demostrar que estamos sedientos de cine y que preferimos la gran pantalla para imbuirnos en las historias que los cineastas crean para nuestro disfrute. Recientemente fui con mi mujer al cine aprovechando una oferta 2×1 y nos quedamos asombrados de pagar 9,90€. Descubrimos que ese era el precio de los viernes, ¡increíble!

En fin, vamos al tema, la película El Becario de Robert de Niro y Anne Hathaway. Cuando 2 actores te caen bien, es difícil no disfrutar con sus películas; es verdad que Anne Hathaway hace el mismo papel tierno y sensible característico con un equilibrio entre la fuerza interior y la fragilidad de carácter muy conseguido y puede que desde el punto interpretativo no aporte nuevos registros, pero no importa, porque su personaje es muy atractivo y ella lo clava. De Robert de Niro, que vamos a decir que no se haya dicho. Cualquier película en la que intervenga se ve enriquecida con su presencia. Da igual el personaje, porque él te enamora. En esta ocasión Ben, su personaje, es un jubilado consciente de su necesidad de mantenerse ocupado y ayudar a los demás, por lo que acepta un trabajo de becario senior en una start up exitosa que en 18 meses ha conseguido resultados de 5 años, con más de 200 empleados liderados por Jules.

Película sobre todo agradable, divertida, entrañable con personajes desenvueltos, cargada de ingenuidad e ilusión que sobre todo destaca la realidad de que los sueños pueden triunfar, que una chica joven con una idea, trabajo y compromiso es capaz de construir una empresa y hacerla rentable. También nos pone en primer plano la valía de las personas mayores, jubilados con muchos años de experiencia en la vida y en la empresa, que no pueden desperdiciar ese talento y necesitan ponerlo al servicio de la sociedad. Aquí de una forma idílica, no cabe duda, pero que es una realidad que la sociedad actual es incapaz de ver y acoger. Valores como la caballerosidad, la preocupación por el cercano, la sonrisa, la paz de espíritu, la discreción el saber estar, vestir, comportarse… son valores que se pierden por la prisa, la espontaneidad excesiva, la falta de perspectiva, lo inmediato…

Los personajes secundarios se hacen querer, con especial actuación de Fionna, la masajista de la empresa encarnado por Rene Russo, que en su cortísimo papel llena y enriquece el film con su presencia. La secretaria, la hija y los más cercanos a Ben complementan perfectamente los gags y matices a los valores que Nancy Meyers, su directora, nos quiere transmitir.

En fin que el becario es una comedia con muchos ratos de sonrisa, que mantiene un ritmo equilibrado con un gran sentido del humor, dotes de generosidad, de respeto del mayor al joven y viceversa altamente recomendable para salir del cine feliz y esperanza en mejorar las cosas que vivimos cotidianamente. Sin entrar a fondo, también plantea los conflictos que surgen en la familia por la esclavitud del trabajo, poniendo encima de la mesa la generosidad, los tropiezos y errores, la fortaleza y el compromiso y la entrega conjunta de la familia por objetivos comunes. Una película deliciosa.

Última modificación: 05/07/2019

Autor

Comments

Comentarios

Escribe una respuesta o comentario