Sirva este hastag como motivo e hilo de reflexión ante un hecho en el que el primer pensamiento se nos va hacia las víctimas y familiares de las víctimas que en estos momentos y para el resto de sus vidas van a sufrir esas pérdidas sin sentido. Una oración y petición de paz para ellas, las víctimas, que descansen en paz, y un abrazo y cercanía para los que quedan aquí marcados de por vida, para que sean capaces de afrontar su futuro con serenidad y fe.

En España llevamos 40 años de terrorismo y estos actos criminales no nos pillan de sorpresa aunque nos siguen dejando estupefactos, sin palabras, asombrados de que el hombre sea capaz de asestar estos golpes de odio de forma indiscriminada con el único objetivo de matar y crear el pánico. Las justificaciones de los terroristas, sean políticas o religiosas, nos resbalan y nunca abriremos la puerta del diálogo con esta presentación de intimidación. Nuestra reacción debe ser la de unidad, de reafirmación de nuestro modelo de sociedad, de nuestro respeto a la vida, a las leyes y a la democracia. Nos da miedo y nos introduce en sentimientos encontrados de ira, venganza… pero debemos mantenernos serenos y firmes en nuestras convicciones sin retroceder a su extorsión y caos. Confiar en las instituciones y cuerpos de seguridad en sus labores de prevención y persecución de los criminales para llevarlos ante la justicia y aplicarles con rigor la ley.

Tras esta primera e irrenunciable presencia y consuelo para las víctimas del terrorismos, si me gustaría hacer una reflexión que intentará profundizar en esta lacra que nos golpea de forma tan aleatoria y caprichosa. Estos grupos terroristas yihadistas han declarado la guerra al mundo occidental y de forma cobarde, siempre por la espalda, se aprovechan de la ley y el estado de derecho establecido en nuestra sociedad de convivencia para golpear sin misericordia y de forma indiscriminada con el único objetivo de matar y crear el pánico en cada uno de nosotros. Más tarde intentarán, si cabe, aprovecharse de los derechos que reconocemos a cualquier persona, aunque previamente se hayan ganado el calificativo de ‘animales’. Es el Islam el que está puesto en la balanza, habida cuenta de que no condenamos a los musulmanes, pero que es dentro de este grupo desde donde se puede vencer a estos terroristas. Basta ya de financiarles y de mirar a otro lado; pedimos a sus dirigentes que estén en primera fila denunciando a todos aquellos que utilicen sus creencias con estos fines y por favor que no nos juzguen como islamófobos. Yo soy católico y no quiero imaginarme como nos juzgaría el mundo si alguien utilizara el nombre de Dios para asesinar. Ya lo ha dicho el Papa, que utilizar el nombre de Dios para matar es una blasfemia. Es un tema muy complejo que presenta múltiples aristas, pero parece claro que la permisividad mostrada por Europa con la cultura musulmana aceptando múltiples prácticas en contra de los principios de convivencia de occidente provocan resultados como estos. Debemos exigir a cualquier persona que quiera vivir en nuestra sociedad que respete las reglas de juego y derechos humanos que guían nuestro devenir.

La sociedad musulmana sigue vejando y discriminando a la mujer, usándola como mercancía para el hombre, considerándola inferior al hombre y sometida a su voluntad y capricho. La sociedad musulmana sigue dando a sus líderes religiosos el poder político de sus gobiernos, sigue cerrando las puertas a otras religiones y persiguiéndolas caprichosamente y matando a personas por sus creencias. No podemos permitir una educación en el odio y una presencia en nuestras calles de personas que se rigen por otras leyes y comportamientos. Es para reflexionar qué está fallando, por ejemplo en Francia, que terceras y cuartas generaciones de ciudadanos franceses musulmanes abran sus oídos a agrupaciones criminales y terroristas como el mal llamado Estado Islámico, que se zambullan en sus redes y sean manipulados hasta llegar al suicidio criminal de detonar una bomba sobre ellos.

Hoy precisamente en misa, en la homilía, el sacerdote predicaba que si bien los atentados de París nos acercan de nuevo el terrorismo a nuestra puerta, en Siria miles y miles de personas, musulmanes, viven este horror a diario y están huyendo a Occidente sin suponer ya una conmoción en nuestras conciencias. Es un reto para Europa recibir a tanto perseguido y ofrecerles un futuro para ellos y sus familias; pero también debemos quitarnos los complejos y exigir que se amolden a nuestra sociedad y forma de vida. No seremos nosotros los que les impongamos en quién creer, porque gozarán de libertad, es nuestro deber mostrarles con el ejemplo de nuestro comportamiento que el camino está en otra senda. Queremos ciudadanos libres, responsables de sus acciones, respetuosos con el de al lado y con dignidad igual para el hombre y la mujer. Nuestra lucha siempre tiene que estar del lado del desvalido, luchar contra la injusticia y velar porque la vida humana, que no nos pertenece, sea salvaguardada desde la concepción hasta la muerte natural.

Todavía me asusta más que vivamos el nacimiento de nuevos partidos como Podemos que tiene comportamientos de manipulación y explotación de los principios democráticos y respeto a los derechos humanos para medrar y lograr el poder. Es una manera, en principio incruenta, similar a los métodos terroristas en el que el fin justifica los medios. En la frase atribuida a Gruocho Marx de «Estos son mis principios. Pero si no le gustan tengo otros» todos esbozamos una sonrisa; sin embargo, en un partido que quiere representar a una parte de españoles, como Podemos, no es graciosa y sí preocupante y va en la línea de mentir con tal de conseguir poder, que es su fin último. Es curioso que se alineen con el mundo musulmán, con tal de derribar al católico. Ellos defienden un estado laicista, pero aplauden uno en el que se confunde el gobierno con el Imán de turno. Es curioso que a Podemos se les llene la boca de palabras como diálogo, democracia, tolerancia, igualdad de género, … y se les atribuya que son financiados por Irán y Venezuela, que pretendan la democracia del pueblo y sean caudillistas, que exijan listas abiertas y la jerarquía decida hasta el paquete de kleenex que tiene que usar sus militantes y los que no lo somos. En fin que pongo a Podemos en el disparadero por cambiar a las víctimas por los responsables de la matanza y a los asesinos como soldados cuya única salida para sobrevivir es esta barbarie. Es el mundo occidental el culpable de esta salida, ¡Manda huevos!. No queremos lecciones sino solidaridad y construir juntos desde el acuerdo.

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Finalmente vuelvo a incidir sobre el engaño que vivimos los europeos al dejarnos convencer por estas ondas de modernidad que cree que desterrar el abrazo de Dios a nuestra civilización es la solución a un mundo mejor. Europa esta firmemente arraigada en los principios de humanismo cristiano, que es el que en las manos y las cabezas de personas valientes que tuvieron su mirada en nuestro Dios redentor, construyeron una cultura de respeto por los derechos humanos y por la vida y por la dignidad de la persona por encima del colectivo. Somos grandes cuando Dios Padre nos guía y no tendríamos que tener complejo alguno por reconocerlo en esta nueva unión europea que formamos tantos pueblos con nuestras diferencias y diversidad, pero con unas raíces comunes que no podemos olvidar ni desdeñar. Las 12 estrellas del manto de María Inmaculada nos protegerán si la dejamos hacer.