Madrid se enfrenta mañana al reto de formar un gobierno cabal que impulse España y ponga freno a los esperados desmanes de la izquierda en el gobierno central. Asistimos a un esperpento creado por Aguado gruñon, empeñado en jod.. las cosas, una Ayuso aparentemente cabal, pero sin dar un puñetazo en la mesa para exigir cordura a Cs y una Monasterio pidiendo diálogo pero totalmente ninguneada por los otros dos.

Estoy oyendo La Mañana de FJL entrevistando precisamente a Isabel Díaz Ayuso y hay un tufillo que me molesta. Es verdad que desde que apareció en la escena política me pareció una mujer de valía y que traía aire fresco al PP de Rajoy. La estoy escuchando y me sigue convenciendo en muchas cosas. Además creo que sería una buena Presidenta de la CAM. Pero en su canto a la libertad y al entendimiento no puedo entender que admita de Cs un cordón sanitario. No entiendo como se puede sentar con un partido que está negando el pan a un partido que está demonizando a VOX y le pide sus votos para gobernar sin ellos.

Esta misma actitud y postura la encuentro en el cuasi único medio que llevo siguiendo desde su nacimiento como es Libertad Digital y esradio. Están echando toda la carga de la culpa en VOX, cuando Cs es el provocador de tal desaguisado. Excepto Luis del Pino, encuentro un continuo bombardeo a la actitud de VOX, tanto en Murcia como en Madrid. ¡No lo entiendo!

Es evidente que lo último que deseo y necesita Madrid es un gobierno de izquierdas, pero esto sólo es posible si Cs apoya este bloque. Yo creo que Aguado está deseando que se trunque el acuerdo en Madrid y aceptar una oferta de Gabilondo de presidir la Comunidad con su apoyo y el de Errejón. Es su identidad y la realidad de Cs. Piensan que ser de derechas es una mancha y quieren reflejar su sometimiento a la izquierda siendo admitidos en el club a toda costa. Si no, no se entiende esta cerrazón a negociar un programa de gobierno con VOX y PP.

Yo no puedo dejar en el tintero que el PP aprobó en Madrid la ley totalitaria que abría la puerta en los colegios al lobby LGTBI para adoctrinar y corromper a los niños en su más tierna edad. Esto sí que es un síntoma de que la política y los políticos se inmiscuyan en la vida de las familias -contra lo que Díaz Ayuso renegaba ahora mismo-. También veo que el Sr. Almeida se desdice de acabar con Madrid Central cuando en campaña iba a ser la primera medida a tomar. Y el Sr. Almeida puede llegar a ser un gran alcalde. Debe ser la política, que se caracteriza por adaptarse a las circunstancias y no provocar disgustos en la izquierda totalitaria. La realidad es que al menos yo, estoy harto de tanto político y deseo lo que proclamaba Ayuso en relación a poder ser libre y que la administración sólo aparezca para ayudar al ciudadano en vez de para ponerle trabas. El problema es que la reciente historia del PP y no digamos Cs arrojan un sinfín de huellas y hechos que avalan mi desconfianza a sus palabras.

El dilema de VOX está claro: seguir exigiendo un trato de igualdad en la política como paso indispensable para contar con su apoyo o tener paciencia y bajar a las trincheras para luchar todos los días como oposición a las renuncias y complejos de PP y Cs en aplicar los acuerdos firmados. El segundo es el camino más duro y quizás a la larga logre convencer a más madrileños de que VOX es el partido que deberá gobernar dentro de cuatro años. También es posible que la visibilidad de PP y Cs en el poder estos 4 años haga que los votantes de derechas vean a VOX como prescindible. Hagan lo que hagan, mi voto no lo van a perder mientras mantengan sus principios y su programa. Desde un insignificante voto les envío mis deseos de acierto para estas fechas tan trascendentes.

Última modificación: 05/12/2019

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