Estoy empezando a ver la serie cuyo título encabeza este post. Recrea los primeros avances del FBI en la incorporación a la investigación de delitos de los aspectos psicológicos de los criminales. Ponerse en la piel del delincuente para descubrir sus motivaciones, estudiar su pasado, sus relaciones, su infancia para elaborar lo que ya nos tienen acostumbrados series de épocas posteriores en los que estos agentes elaboran perfiles que señalan los posibles autores materiales de los crímenes estudiados.

Sin pretender llegar a ser un experto en elaborar estos perfiles, me ha parecido divertido mirar a nuestros políticos e intentar esbozar estos perfiles. Es sólo un ejercicio mental que quizás logre iluminarme para entender todo este juego político que nos condiciona la vida y que muy gustosamente apartaríamos de nuestra cabeza.

¿Que tiene en la cabeza PEDRO SÁNCHEZ? Ésta ha sido fácil. PEDRO SÁNCHEZ. Si miras su comportamiento, su reciente deambular desde su caída al resurgimiento milagroso que tanto llanto está costando a España, su motor de acción ha sido su propio beneficio. Así que cuando te preguntes sobre cualquier decisión que pueda tomar sobre cualquier tema, lo único a valorar es preguntarse ¿le beneficia?¿saca ventaja para él?. Es una persona desbordado por su pobre personaje. Está muy contento de haberse conocido y repetirse y repetirnos Yo, como presidente del gobierno… usaré y abusaré de todos los medios del Estado en mi propio beneficio, enchufaré a mis amiguetes, mi mujer, utilizaré aviones, helicópteros, fincas, palacios… para viajar y exhibirme por el mundo, hacer porfolio y dejar mi foto en todo lo que pueda encumbrarme y no tendré ningún escrúpulo de aprovecharme de mi posición. Mentiré y manipularé toda presencia pública encumbrando mi pisoteada persona allá donde vaya. Nos preguntamos ¿Habrá gobierno o elecciones? Lo que digan las encuestas que me beneficia más. En este momento, elecciones. Maestro de la mentira, hábil político, amoral venderá lo que sea para sus fines: ser coronado como Pedro Sánchez I, rey de la República mía y por siempre.

Y Santiago Abascal, ¿qué tiene en la cabeza? Cuando le miro salta la palabra España, curtida y forjada en la cuna del terrorismo ante el que no se arredró. Hombre que se viste por los pies y que se dejará la piel por la defensa de nuestra historia y patrimonio. Claro y llano, caballero de fiar y confiar. Lo mejor que le podía pasar a España para recuperar su dignidad y prestigio en el mundo. Cualquier pregunta que te hagas, será muy sencilla de responder. ¿Le beneficia a España? Adelante.

¿Qué tiene Albert Rivera en su cabecita? Yo veo viento, que revuelve sus ideas al son de la moda y al bien quedar . Tiene la doble personalidad del líder consistente que hizo frente a los separatistas en Cataluña y su obsesión por el liderazgo de la oposición. Ambivalencia que le pierde y le ha convertido en el Sr. Veleta, brillante por momentos pero sin peso específico para soportar la carga de un país. Es un poco provinciano, deslumbrado por los grandes partidos, se le ha subido a la cabeza el éxito inesperado, pero asustado para ganar la Champions por méritos propios. Mira a las encuestas, mira a los progres, mira a la derecha, mira a todos lados, apeonzado, girando como tonto sin querer ofender a lo que dicta la moda, sin querer identificarse con lo que le haga perder audiencia.

Y Pablo Iglesias, ¿qué tiene en su cabeza? Una gran mansión servidumbre, un buen harén, bebidas y comidas sin control, tumbado en su hamaca, desarrapado para poder fardar de revolucionario y disertando sobre los grandes temas de la humanidad que tiene claro ha solucionado su privilegiada cabeza. Eso sí, sin que nadie ose contradecirle porque le pega dos hosti… y le quema en la hoguera. ¡Ah! y que si eres una mujer ni te atrevas a decir nada que no te haya mandado él previamente. Su horizonte, con mucho de lo soñado conseguido, alargar la bicoca. Es un cáncer para la sociedad, dañino, animal político que como las ratas, siempre acaban salvándose por instinto.

Llegamos a Pablo Casado; ¿qué tiene en su cabeza? Complejos, vergüenza y culpabilidad que le ha impuesto la izquierda. Es el empollón de la clase. Muy bien preparado, casi una excepción entre los líderes que nos ocupan, está algo asustado de pasar a la acción y de los cocodrilos que tiene dentro dispuestos a desgarrarle traicioneramente en cuanto se descuide. Le gustaría que le dejaran hacer porque tiene muy buenos planes, pero sin molestar a nadie, sobre todo a la izda. Pertenece a la derecha calladita, con grandes cualidades pero falta de empuje para liberarse de tanta basura que le impone la izquierda.

Incluyo a Rufián, el payasete de la clase, ¿qué tiene en su cabecita? Sorpresa. Sí, no puede creerse la posición que ocupa y la vida tan fácil que le ha tocado vivir. No se explica como puede pertenecer al club de los supuestos mayores. De vez en cuando destacan sus salidas de pata de banco, que muy orgulloso protagoniza para sacar pecho y llamar la atención. ¿Pero éste ha dado alguna vez un palo al agua?

Y finalmente los españolitos. ¿Qué tenemos en la cabeza?. Claramente la cañita y el pincho. Los políticos nos aburren y los medios de comunicación nos dictan qué debemos votar y apoyar cuando se requiera nuestra presencia para justificar que estamos en un estado de derecho. Somos los ‘paganini’ entontecidos por los periodistas millonarios de la izquierda que establecen qué debemos pensar y respirar.

Mientras no se abran las puertas de la libertad y la información no sea plural, España seguirá al dictado de la clase política y mediática. Así se explican las recientes encuestas que nos inyectan en vena para que demos por hecho que Sánchez sacará 150 escaños en nuevas elecciones.

¡¡¡De locos!!!